Los movimientos sociales y los pueblos están llamados a jugar un papel integrador en el escenario político latinoamericano, caracterizado por la práctica de la explotación económica, la exclusión social, la contaminación visual, la corrupción generalizada, la discriminación sociocultural, la enajenación mediático-cultural y la depredación ecológica. Estudiar el pensamiento de Julio Antonio Mella (1903-1929), combatiente indomable de su tiempo, forma parte de la necesidad de acercarnos al presente a través de la historia de nuestras naciones. Su legado devela la importancia de la unidad entre los intelectuales y la clase explotada, así como la unidad del movimiento revolucionario mundial: son aspectos de honda significación en momentos en que el planeta clama a voces por un mundo más justo y equitativo.
Julio Antonio Mella. Revolucionario cubano, cofundador del Partido Comunista de Cuba y de la Federación Estudiantil Universitaria, entre numerosas organizaciones. Desarrolló en su corta existencia una febril actividad política y revolucionaria que lo convirtió en un líder de talla internacional. En la Universidad de La Habana se destacó como líder estudiantil y deportista. Al interés propiamente académico por la renovación universitaria se unía en Mella la preocupación política por la modernización de la sociedad, en busca de la ampliación de la democracia y la participación de los estudiantes en la vida nacional. Sus primeros trabajos periodísticos aparecieron en la revista universitaria Alma Mater. Funda la Federación de Estudiantes Universitarios (FEU). En octubre de 1923 organiza y dirige el Primer Congreso Nacional de Estudiantes, y en noviembre inaugura la Universidad Popular José Martí, con el propósito de impartir instrucción política y académica a los trabajadores y de vincular la Universidad «con las necesidades de los oprimidos». Se exilia en México y se vincula al movimiento revolucionario continental e internacional del que es nombrado secretario general, posición rectora desde la que establece contacto con los revolucionarios y demócratas de toda la región e impulsa las actividades preparatorias para un evento internacional. Colabora en los periódicos Cuba Libre, El Libertador, Tren Blindado, El Machete y Boletín del Torcedor. Pronuncia conferencias, pública críticas sobre el muralismo mexicano. En 1928 conoció a la fotógrafa y luchadora revolucionaria italiana Tina Modotti. Apenas iba a cumplir 26 años cuando murió asesinado el 10 de enero de 1929 en México, mientras caminaba junto a Tina Modotti, presumiblemente por órdenes del dictador Gerardo Machado. Se encontraba en aquella época en plena preparación de la expedición que lo llevaría desde México hacia Cuba para incorporarse a la lucha armada.
Los movimientos sociales y los pueblos están llamados a jugar un papel integrador en el escenario político latinoamericano, caracterizado por la práctica de la explotación económica, la exclusión social, la contaminación visual, la corrupción generalizada, la discriminación sociocultural, la enajenación mediático-cultural y la depredación ecológica. Estudiar el pensamiento de Julio Antonio Mella (1903-1929), combatiente indomable de su tiempo, forma parte de la necesidad de acercarnos al presente a través de la historia de nuestras naciones. Su legado devela la importancia de la unidad entre los intelectuales y la clase explotada, así como la unidad del movimiento revolucionario mundial: son aspectos de honda significación en momentos en que el planeta clama a voces por un mundo más justo y equitativo.
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Julio Antonio Mella. Revolucionario cubano, cofundador del Partido Comunista de Cuba y de la Federación Estudiantil Universitaria, entre numerosas organizaciones. Desarrolló en su corta existencia una febril actividad política y revolucionaria que lo convirtió en un líder de talla internacional. En la Universidad de La Habana se destacó como líder estudiantil y deportista. Al interés propiamente académico por la renovación universitaria se unía en Mella la preocupación política por la modernización de la sociedad, en busca de la ampliación de la democracia y la participación de los estudiantes en la vida nacional. Sus primeros trabajos periodísticos aparecieron en la revista universitaria Alma Mater. Funda la Federación de Estudiantes Universitarios (FEU). En octubre de 1923 organiza y dirige el Primer Congreso Nacional de Estudiantes, y en noviembre inaugura la Universidad Popular José Martí, con el propósito de impartir instrucción política y académica a los trabajadores y de vincular la Universidad «con las necesidades de los oprimidos». Se exilia en México y se vincula al movimiento revolucionario continental e internacional del que es nombrado secretario general, posición rectora desde la que establece contacto con los revolucionarios y demócratas de toda la región e impulsa las actividades preparatorias para un evento internacional. Colabora en los periódicos Cuba Libre, El Libertador, Tren Blindado, El Machete y Boletín del Torcedor. Pronuncia conferencias, pública críticas sobre el muralismo mexicano. En 1928 conoció a la fotógrafa y luchadora revolucionaria italiana Tina Modotti. Apenas iba a cumplir 26 años cuando murió asesinado el 10 de enero de 1929 en México, mientras caminaba junto a Tina Modotti, presumiblemente por órdenes del dictador Gerardo Machado. Se encontraba en aquella época en plena preparación de la expedición que lo llevaría desde México hacia Cuba para incorporarse a la lucha armada.